El Museo Rodera-Robles exhibe actualmente en su sede de la Casa del Hidalgo, en pleno corazón del casco antiguo de Segovia, la exposición ’20 años del siglo XX (1950-1970)’. El visitante podrá sumergirse en la vida segoviana de los años 50 y 60 del pasado siglo, de la mano de una completa colección que permitirá a muchos recuperar recuerdos enterrados.

La muestra, coordinada por Juan José Bueno Maroto, Juan Ignacio Davía Sanjosé y Juan Pedro Velasco Sayago, arranca en 1950, coincidiendo con la llegada del Talgo a Segovia, y se centra en una etapa en la que se colocaron poco a poco los cimientos sobre los que Segovia ha ido reinventándose con el paso del tiempo.
Fernando Ortiz, integrante de Nuevo Mester de Juglaría, comenta en el texto que acompaña al folleto de la exposición que estas imágenes provocarán en el espectador una mezcla de “nostalgia y ternura, especialmente entre los que las pudieron conocer en la realidad”.
El Talgo llega mañana a Segovia. El 13 de abril de 1950, “El Adelantado de Segovia” publicaba ese titular que suponía, sin duda, una ráfaga de modernidad y progreso en una ciudad que, lentamente, iba desperezándose tras la cruel pesadilla de la guerra y la dramática desazón de los primeros años de posguerra. La noticia de la llegada del flamante convoy acaso pudo ser escuchada por los segovianos en un receptor superheterodino Telefunken, modelo Bolero, como el que, a tenor del anuncio insertado en el diario local, se ofrecía al precio de 1.750 pesetas en Casa Solera, comercio situado en aquellos días en la Plaza Mayor -entonces llamada de Franco, naturalmente- y que años más tarde se ubicaría en la Calle Real.
En el cine Victoria estrenaban “Pequeñeces”, un film de Juan de Orduña en el que intervenían, entre otras celebridades del celuloide nacional, Jorge Mistral y Aurora Bautista, mientras que en el Cervantes echaban “Muro de Tinieblas”, un estupendo ejemplo del cine negro americano, dirigida por Curtis Bernhardt e interpretada por Robert Taylor y la bella y enigmática Audrey Totter.
Esta pincelada de la vida segoviana en 1950, pórtico de esta exposición, nos abre la puerta a una colección de imágenes que nos van a permitir escudriñar en nuestra memoria recuerdos, impresiones, sonidos incluso, que relacionaremos con las fotografías que vamos a observar. Y habrá de venirse a la memoria el paso renqueante del Coche de la Estación, el viejo autobús urbano de la empresa M. Primicia, al subir la cuesta de José Zorrilla; o el inolvidable aroma que despedía el obrador de la Confitería La Viuda; o el canto de una perdiz que, por aquellos años, cantaba en los veranos cerca de la Casa de los Picos.
La exposición abre sus puertas al público el 23 de diciembre y podrá visitarse hasta junio de 2016. El acceso al museo se podrá realizar hasta quince minutos antes de la hora de cierre.
Si quiere saber más sobre la exposición, descargue aquí el catálogo de la muestra.

HORARIO
Martes a sábado:
10,30 a 14,00 h.
17,00 a 19,00 h.
Domingos:
10,30 a 14,00 h.
Lunes: Cerrado.
*Cerrado el 1 de enero, 1 de mayo y 25 de diciembre.
Precios: Entrada general: 1,5 € ---- Grupos (mín. 15 personas): 1€